viernes, mayo 25, 2012

Adelanto MAS: Capítulo 10. El sustituto

—No va a ir.

Insistí en aquel mantra por enésima vez, como si repitiendo la misma respuesta una y otra vez fuera suficiente para asegurarme de que Edward Cullen no iba a asomar su bonito culo por la maldita fiesta de Navidad. Y lo de bonito culo no era más que una forma de hablar. Aparte de una constatación de hechos, porque…

—Además —continué hablando, al tiempo que sacudía la cabeza para borrar de mi mente cualquier pensamiento sobre la anatomía de Edward—, esta tarde me pasé por la cafetería antes de venir hacia aquí y escuché un rumor muy curioso sobre…

—¿Sobre que Jasper Hale va a estar en la fiesta? —completó Angela por mí.

Asentí con la cabeza y ambas clavamos nuestras miradas sobre Alice a un mismo tiempo. De inmediato, la sonrisa burlona que parecía tatuada a fuego en sus labios desde que habíamos llegado a su casa, desapareció por completo.

—Estáis de broma, ¿verdad? —quiso saber, masticando lentamente las palabras.

—Estoy segura al cien por cien de que es cierto —repliqué, paladeando el dulce sabor de la venganza.

—A mí me lo comentó Lauren —aportó Angela—. Dice que irá a la fiesta para disculparse por la ausencia de Edward Cullen. Lo que confirma la teoría de Bella.

—¿Y qué credibilidad tiene Lauren? —espetó Alice—. ¿Acaso tiene línea directa con Jasper Hale o qué?

Angela y yo la observamos en silencio durante un par de segundos. Se había cruzado de brazos y lucía esa expresión mortífera que tan sólo le había visto exhibir en una ocasión: el día que Jasper Hale apareció de improviso en la oficina con mi contrato.

—¿Estás celosa? —pregunté de repente, y hasta que no pronuncié las palabras en voz alta, no me di cuenta de que sólo había una única respuesta.

Crucé una rápida mirada de complicidad con Angela.

—Está celosa —confirmó ella.

Un bufido malhumorado se escapó de los labios de Alice y aquello no hizo más que corroborar nuestras sospechas.

MAS 9. La revelación

Mister Arrogante Seductor

A ratos un engreído insoportable, a ratos un seductor. Bella Swan no sabe si Edward Cullen es bipolar, pero tiene una cosa clara: trabajar para él es un castigo. Y no sabe qué ha hecho para merecérselo.
Capítulo 9. La revelación
Invitar a Edward Cullen a la fiesta de Navidad de la empresa fue un gran error, pero ese será el menor de los problemas cuando Bella descubra una revelación y una sorpresa desagradable.

lunes, mayo 14, 2012

Adelanto MAS: Capítulo 9. La revelación

—¿Tienes algo más que añadir? —quiso saber, observándome con las cejas ligeramente enarcadas.

Sostuve su mirada en silencio, antes de darme media vuelta y largarme de allí. Ni siquiera merecía que le respondiera.

Atravesé el despacho hecha una furia, pero cuando abrí la puerta, me topé de bruces con Black. Había olvidado por completo que aún esperaba fuera.

—Bella —dijo, antes de echarle un vistazo al interior del despacho; en cuanto lo hizo, sus labios se curvaron en una sonrisa descarada—. Cullen —saludó, aunque no esperó a que Edward respondiera; por lo visto, Black también conocía su absoluta falta de modales—. Aún espero tu respuesta sobre la cena, Bella. ¿Qué me dices?

Oh, por favor. Estaba en plena crisis existencial. Lo último en mi lista de prioridades era decidir si salía a cenar con Jacob Black o no.

—¿La has invitado a cenar? —escuché a Edward preguntar a mi espalda.

Aunque pensándolo bien…

Ni siquiera me di la vuelta para fulminarle con la mirada. Tampoco se merecía eso. Me limité a esbozar una sonrisa que pretendía fuera encantadora.

—Claro que sí, Jacob —dije, entonando mis palabras con dulzura—. Tienes mi número, llámame cuando quieras.

Esquivé el corpulento cuerpo de Jacob y me escabullí hacia el pasillo, decidida a no pensar en las consecuencias del lío monumental en el que me acababa de meter. Tan sólo esperaba que Jacob sufriera un ataque de inspiración divina y optara por no llamarme.

Y que Edward sintiera el irrefrenable deseo de partir unas cuantas piernas.

MAS 8. La invitación

Mister Arrogante Seductor

A ratos un engreído insoportable, a ratos un seductor. Bella Swan no sabe si Edward Cullen es bipolar, pero tiene una cosa clara: trabajar para él es un castigo. Y no sabe qué ha hecho para merecérselo.


Capítulo 8. La invitación 


La fiesta de Navidad de la empresa era ese espectáculo infumable del que todo el mundo se escaqueaba cada año y al que Bella se niega a invitar a Edward Cullen.

MAS 7. El mensaje

Mister Arrogante Seductor

A ratos un engreído insoportable, a ratos un seductor. Bella Swan no sabe si Edward Cullen es bipolar, pero tiene una cosa clara: trabajar para él es un castigo. Y no sabe qué ha hecho para merecérselo.


Capítulo 7. El mensaje

La visita al baño de Edward, una afición hasta entonces desconocida y un mensaje sin ningún sentido.